Formar un equipo creativo es un desafío para cualquier líder. Todos desean encontrar personas creativas, pero no existen individuos con título de "creativos", ni mucho menos con cara de creativos. La creatividad no es un rasgo que pueda distinguirse a simple vista, ni una habilidad que pueda certificarse.
Evidentemente, buscar personas creativas no es sencillo. Pero esto no debería desanimar a quienes intentan armar un equipo creativo. Se puede lograr un equipo muy creativo, si se presta atención a otras características en las personas.
En su libro "Las cinco caras del genio", la escritora Annette Moser Wellman propone una clasificación de cinco perfiles -o tipos de personas- que poseen capacidades necesarias en un equipo creativo. Según la autora, cuando un líder busca creativos -en realidad- debería buscar:
Videntes: son quienes imaginan el futuro. Ven en su mente un cuadro del futuro que les inspira ideas creativas. Su gran poder de visualización y su habilidad para manipular imágenes mentales, les vuelve especialmente efectivos para concebir nuevos proyectos.Sin embargo, estas personas suelen tener dificultades para comunicar sus visiones a los demás y para integrar sus revelaciones con las necesidades, tareas y proyectos concretos del equipo. Por pensar tanto en el futuro, tienden a descuidar las prioridades presentes.Observadores: tienen la capacidad de obtener información del entorno para generar nuevas ideas. Como un radar, están permanentemente "oteando el horizonte" y "escaneando el ambiente", en busca de material interesante. Tienen un gran poder de asombro y descubren posibilidades donde otros no ven nada de interés. Creen que las pequeñas cosas conducen a grandes proyectos y que cualquier detalle de la realidad puede ser ingrediente de una buena idea.Una debilidad de los observadores es que se concentran demasiado en los detalles y les cuesta alcanzar una visión más general. Es decir, se pierden el bosque por ver los árboles. Por otro lado, tienden a captar todo tipo de información, sin evaluar su importancia. Así, muchas veces no logran generar una hipótesis creativa, ni integrar la información a un proyecto significativo.Alquimistas: poseen la habilidad de conectar ideas, disciplinas o pensamientos diferentes en un sistema unificado. Como les motiva un amplio rango de intereses, estas personas siempre están atentas a lo que sucede en otras actividades y suelen ser las primeras en reconocer tendencias en un negocio, o una industria. Son hábiles para "robar" ideas de diferentes lugares. Los alquimistas se oponen a la especialización y se niegan a enfocarse únicamente en un trabajo, o un proyecto. La búsqueda permanente de interconexión entre las cosas, les da una increíble capacidad para establecer analogías.Una limitación de estas personas es que, por prestar tanta atención a las similitudes entre diferentes ideas, no ven sus diferencias. Como les parece tan evidente la unión entre dos ideas, no reconocen las dificultades de unirlas productivamente. Además, les cuesta elegir una idea entre muchas y trabajar en ella.Ingenuos: encuentran sentido en lo más absurdo, obvio e incoherente. Desafían la sabiduría convencional y el sentido común, todo el tiempo. Estas personas suelen hacer descubrimientos por accidente, o por casualidad. No le temen al riesgo y son impredecibles. Su ingenuidad hace que no critiquen -ni eliminen- ninguna idea, antes de buscar su lado positivo. Celebran el éxito, pero también extraen valor del fracaso.Un problema de los ingenuos, es que les cuesta tomar conciencia de las dificultades de implementar ideas que resultan extrañas para los demás. La combinación de impulsividad y tozudez hace que -con frecuencia- inviertan grandes cantidades de energía en ideas de escaso valor.Sabios: simplifican los problemas. Son capaces de reducir cualquier problema a su esencia y -en el proceso- generar una gran idea. Procuran siempre extraer el valor de una idea, en lugar de buscar constantemente nuevas. No se distraen del objetivo, ni pierden el foco en el proyecto sobre el cual trabajan. Evitan complicaciones innecesarias y consideraciones que no permitan que el trabajo avance.Sin embargo, su avidez por simplificar un problema suele llevarles a desestimar información vital y a perder de vista otras aristas del problema.
Como vemos, cada uno de los cinco perfiles reúne un conjunto de habilidades específico, pero también presenta algunas debilidades. Por esta razón, un líder debe procurar que los cinco perfiles estén representados en su equipo. Reuniendo estas diferentes personas, se complementan las debilidades de algunas con las fortalezas de otras y se obtiene un grupo de trabajo altamente creativo.
Conocer los diferentes perfiles es útil para quienes enfrenten el desafío de formar un equipo, pero también para aquellas personas que ya estén liderando equipos. Estos líderes ahora cuentan con un criterio más para evaluar las competencias creativas de su grupo y analizar si poseen la combinación necesaria de habilidades.
Para que un equipo sea creativo, debe ser diverso. Por lo tanto, más importante que buscar personas creativas, es lograr la mezcla exacta de talentos y habilidades que permitan obtener -con su sinergia- un equipo creativo.