sábado, 11 de enero de 2014

Un pequeño gran detalle


La imagen de una empresa tiene cada vez más peso en su posicionamiento. Consciente de esto, usted seguramente considera la necesidad de crear herramientas que contribuyan con la imagen de su empresa: folletos, tarjetas personales, papelería, etc...

Al momento de crear estos materiales, usted debería tener en cuenta un elemento que -si bien parece un "pequeño detalle"- es de suma importancia: el "logotipo", o "logo". Este es una forma gráfica conformada por letras y/o imágenes que representan una empresa, un producto, un servicio, una marca, una persona, una cosa o una idea. No subestime la función de este elemento, ya que de esta "figurita" depende gran parte de la efectividad de su imagen institucional. El logotipo es la figura que permite que las personas encuentren, recuerden y diferencien su marca de las demás.

Para crear un logotipo (aprobar su diseño, o comprarlo) le recomendamos tener en cuenta los siguientes aspectos:
La forma: los logotipos son reconocidos por su forma. Los más efectivos tienen una forma que los diferencia rápidamente de otros, a los ojos del público. Las personas no se sientan a analizar por horas cada imagen que ven, sino que apenas les prestan atención durante una fracción de segundos. Por lo tanto, la forma de su logotipo debe ser simple, limpia y rápida de leer. La meta del diseño debe ser facilidad de reconocimiento, de interpretación y de memorización. Aunque el logotipo sea complejo (hay muchos casos exitosos que lo son), la forma central debe ser muy clara, simple y reconocible a simple vista.

El tamaño: muchos logotipos fracasan porque no se considera la variable tamaño. Un logotipo debería funcionar bien en una tarjeta de negocios (donde difícilmente ocupe más de dos centímetros) y en un cartel en la ruta (donde tal vez alcance varios metros). Al evaluar el tamaño de su logotipo, considere el espacio de "aire", que es el campo que rodea a la figura, evitando que otros elementos se "peguen" a ella. Este espacio es muy importante, porque elimina las interferencias gráficas con el logotipo y contribuye a su diferenciación. Como regla general, este espacio equivale a un 10%-20% del tamaño del logotipo, en todas las direcciones. Si bien usted podría creer que es invisible, este espacio es tan visible como el propio logotipo. Si éste incluye un slogan o lema, considérelo cuando determine el espacio de aire. 

Blanco y negro: un logotipo debe ser diseñado primero en blanco y negro; recién luego en color. La habilidad de un logotipo para ser atractivo, único o reconocible no debe depender del color. De hecho, éste puede disfrazar un mal diseño. Por eso, primero evalúe las propuestas en blanco y negro. Al no distraerse con un color, usted podrá evaluar mucho mejor la forma, el diseño y la facilidad de lectura de la imagen. Si contrata a un diseñador -o a una compañía de publicidad- pídales que hagan la primera presentación en blanco y negro.

El color: al igual que la forma, el color debe ser fácil de reconocer y memorizar. Es más fácil identificar un logotipo blanco y rojo, que uno blanco, rojo, con líneas púrpuras, fondos amarillos y algunos detalles en verde. Además, si se combinan muchos colores diferentes, se distrae la atención del elemento central, o de la forma básica.

Considere que los colores tienen significados y evocan diferentes emociones en las personas. Por ejemplo, el negro implica seriedad, poder, tradición, conservadurismo; el azul representa autoridad, dignidad, seguridad, estabilidad, confianza; el verde trasmite tranquilidad, salud, frescura, apetito; el rosa representa femineidad, inocencia, suavidad, salud, juventud; el púrpura evoca misterio, espiritualidad, sensualidad, riqueza, nobleza; el rojo trasmite agresividad, pasión, fuerza, vitalidad, miedo, velocidad; y así cada color. En base a esto, analice qué color -o combinación de colores- funciona mejor para su tipo de empresa y producto: así como el rosa no es el indicado para representar una ferretería, el negro no es efectivo para vender ropa infantil.

Además de elegir el color apropiado, asegúrese que el mismo pueda ser reproducido en diferentes medios. Algunos colores se ven muy bien impresos en un folleto, pero no pintados en un vehículo, o en una publicidad callejera. El responsable del diseño debería elegir colores que sirvan para publicidad en revistas, en la vía pública, en televisión, en Internet, en remeras, en papelería, en envases y en todos los lugares donde usted desee promocionar su marca.

La referencia: si usted ve un logotipo con la imagen de un pollo, deducirá que en ese lugar se venden pollos. Pero muchos de los logotipos más reconocibles y famosos, no consisten en una traducción literal: piense en marcas como Nike, Coca-cola, o Mercedes Benz. En sus logotipos no aparece una hamburguesa, ni una botella, ni un automóvil. No hay una conexión directa con aquello que venden. Esto no significa que -si usted vende pollos- no pueda incluir la imagen del ave en su logotipo, sino que no es -necesariamente- efectivo hacerlo. El logotipo es una representación de la empresa, no una traducción -ni explicación- de aquello que hace.

El producto: en el caso de productos físicos, además de utilizar el logotipo en la publicidad, procure incluirlo en la mercadería. Si su logotipo es efectivo, seguramente contribuirá a que elijan su producto en el punto de venta. Considere la forma y el envase de su producto en el diseño del logotipo.
El logotipo es el icono de la identidad de su empresa y de su producto. Otórguele la importancia que merece, coloque su creación en manos de profesionales, e interactúe permanentemente con ellos para lograr los resultados esperados. 

Si un logotipo es correctamente concebido y diseñado, puede contribuir mucho a mejorar el posicionamiento y la llegada de su marca al mercado. Si -por el contrario- su diseño es inefectivo, puede tener un efecto perjudicial sobre su estrategia comercial. Aunque usted no sea diseñador, ni publicista, ni comunicador, si tiene una empresa necesita aprender a sacar el mayor provecho de este pequeño gran detalle... que puede hacer una gran diferencia!

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