miércoles, 11 de agosto de 2010

CÓMO EVITAR PERDER LA IMAGEN DE TU EMPRESA

Muchas veces nos dicen que cuando visitemos a un cliente
hemos de cuidar nuestra imagen: traje, camisa, corbata, la justa medida de maquillaje y de perfume… nos aconsejan cómo debemos dar la mano ni con demasiada fuerza ni sin ella, cómo debemos sentarnos y mirar a nuestro interlocutor, qué actitud debemos adoptar…

Pero cuando la imagen que vamos a dar ante nuestros futuros clientes no se trata de nuestro aspecto sino que consiste únicamente en un texto escrito, estamos desnudos, y a menudo olvidamos que seguimos debiendo ofrecer una imagen de corrección y profesionalidad.

Desprovistos de nuestra imagen física, tenemos que construirnos a nosotros mismos a través de las palabras, terreno resbaladizo donde reina la incertidumbre, puesto que es difícil saber cuál será la interpretación de los lectores. Y, por otra parte, el texto no dice solamente cómo somos, sino también cómo trabajaremos.

Por eso mismo debemos cuidar nuestra imagen aún más en la redacción, pues una sola palabra que resulte inoportuna puede presentarnos ignorantes o impertinentes, y un error ortográfico o una sintaxis desangelada habla de nuestra forma de hacer las cosas, que el cliente puede extrapolar y de este modo pensar «Si es así de descuidado en esto, ¿cómo será en el desempeño de otras tareas?».

Nuestra imagen es lo que hacemos y lo que decimos, pero aún más lo que escribimos, pues ahí no hay nada que nos ayude más que las palabras, tan rebeldes, tan polifacéticas y tan vivas. Nuestra imagen se construye en buena medida con nuestra capacidad de encontrar la palabra precisa, tan escondida a veces.
Fuente:
http://www.gestiopolis.com/canales7/mkt/herramientas-de-ventas-como-mantener-la-imagen-de-la-empresa.htm

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